La Asociación Criadores de Caballos Criollos conmemora hoy, a ochenta y tres años de la travesía más importante realizada por Mancha y Gato, el  “Día Nacional del Caballo Criollo”, en reconocimiento a tan noble animal que supo acompañar al gaucho y colaboró en la organización histórica, económica y deportiva de la República Argentina.

El 24 de abril de 1925 se inició en Buenos Aires una de las travesías más famosas del siglo pasado. Dos caballos criollos, Mancha y Gato, guiados por el profesor suizo Aime Tschiffley emprendían una marcha de 21.500 km para unir las ciudades de Buenos Aires y Nueva York, estableciendo el récord mundial de distancia y altura (5.900 metros en el Paso El Cóndor, entre Potosí y Chaliapata). En la hazaña que llevaron a cabo junto con su solitario jinete, quedó plasmada la resistencia, nobleza y características de fortaleza propias de nuestra raza equina.

El criador y fundador de la ACCC, Emilio Solanet, fue el primero que creyó en el proyecto de Tschiffley y le regaló ambos caballos. Se necesitó de gran entrenamiento y semanas de trabajo para que ambos caballos y su jinete se prepararan para semejante travesía.