La producción granaria es una moneda fuerte para el negocio de las máquinas agrícolas en Argentina. Para 2022 se proyectan cotizaciones en términos históricos, aunque sin los picos que se registraron en el primer semestre de 2021.

El Canje Cereal, tanto en disponible como en futuro, ha venido apalancando numerosas operaciones y constituye una de las principales herramientas comerciales.

En ese marco, ¿cuál puede ser el poder adquisitivo para los fierros que tengan los granos en 2022?

El IERAL, de la Fundación Mediterránea, visualiza que “Un escenario que puede ubicar a los precios internacionales de las principales commodities durante el próximo año en niveles similares o en un escalón levemente por debajo de los valores que hemos visto en el 2021”.

En el caso de la soja, ya no hay cotizaciones de U$S 580 a U$S 600 como en el primer semestre de 2021, pero siguen los precios altos en términos históricos recientes como los U$S 350 de 2020.

En resumen, no se espera un rally alcista de precios en los próximos meses, pero tampoco se esperan caídas pronunciadas, dado que las existencias globales de granos siguen siendo relativamente ajustados.

Factores

Cuestiones principales que influirán en los precios de los granos

  • Estados Unidos: Completaría dos años de buenas cosechas (2020/21) volviendo a niveles de producción similares a los que tuviese antes del traspié sufrido en la campaña del año 2019. “Esto es importante para recuperar algo de existencias, aunque éstas seguirían en un nivel bajo en ambos granos, factor que no debe perderse de vista dado que pone límite a un ajuste importante de precios internacionales”, considera el IERAL.
  • China: Considerando las compras de últimos 12 meses, las importaciones de soja tocaron un máximo de 104,7 millones de toneladas en mayo, para luego retroceder a 102,7 millones de toneladas en agosto. Para el ciclo 21/22 el USDA está previendo 101 millones de toneladas, un crecimiento bastante moderado (+2%). En maíz, las compras de China mostraron una gran aceleración desde fines del 2020 hasta lo que va del 2021, pasando de 5-6 millones de toneladas anuales a 27 millones en el acumulado 12 meses al cabo de agosto. El USDA está previendo que estas compras se estabilicen en los niveles antes mencionados e incluso que pueden tener alguna reversión el año que viene (26 millones de toneladas para el ciclo 21/22).
  • Fondos especulativos: Lo que se observa, según el IERAL, es que luego de un fuerte ingreso de fondos de especulación comprando posiciones tanto de soja como de maíz a fines del 2020 y comienzos del 2021, movimiento que acompañó y también profundizó la suba de precios internacionales (intensificó el ciclo), estos actores fueron revirtiendo sus posiciones y saliendo del mercado a medida que fue transcurriendo el año, señal que el ciclo alcista de precios, al menos de acuerdo con las expectativas de los fondos, ya no tenía mucho más por dar. El recorrido que ha hecho la posición de los fondos en el mercado, la que sigue siendo compradora en términos netos, no refleja expectativas de precios alcistas, aunque tampoco bajistas, sino más bien un compás de espera hasta tanto algún evento sugiera inclinar las decisiones hacia una u otra dirección del mercado.
  • Clima: Si se confirman los pronósticos de un año Niña para Sudamérica, con incidencia considerable, surgirá el interrogante de cuánta producción pueden aportar Argentina y Brasil. Si las mermas son considerables en soja y maíz, se sumará un factor de presión a las cotizaciones y puede generarse un ambiente de nerviosismo en los mercados, con una tendencia al alza en los precios.