Se trata de Jintao, un cultivar producido en el sudeste de Buenos Aires con certificación y excelente calidad. Estos frutos de pulpa amarilla, piel lisa y sin pelo se posicionan en el mercado mundial y crece la demanda entre los consumidores europeos y asiáticos. Con el aporte del INTA Balcarce monitorean el índice de madurez ideal para la cosecha y los factores que influyen en las propiedades organolépticas.

Kiwi

En los últimos años, la producción nacional de kiwi crece de un modo sostenido, en especial en los alrededores de la ciudad de Mar del Plata, al sudeste de Buenos Aires. Destacados por su excelente calidad, estos frutos se posicionan en el mercado mundial y crece la demanda entre los consumidores europeos y asiáticos.

En este contexto de auge, por primera vez, la Argentina exporta kiwi amarillo orgánico a Europa y cuentan con el aporte técnico del INTA para identificar el índice de madurez más adecuado para su cosecha y demás factores que influyen en las propiedades organolépticas del fruto.

De acuerdo con Alejandra Yommi –responsable del Laboratorio de Calidad y Poscosecha de Frutas y Hortalizas del INTA Balcarce, Buenos Aires– “los buenos precios por el tipo de cambio, el incremento de la demanda de estos frutos en Latinoamérica y la excelente calidad de los kiwis que se producen en el sudeste de la provincia impulsan las exportaciones”.

En este sentido, confirmó que “Por primera vez, la Argentina exporta kiwi de pulpa amarilla a Europa, además del tradicional kiwi verde”. Además, detalló que el consorcio italiano KiwiGold junto a la empresa argentina líder en exportación de fruta tradicional y orgánica Patagonian Fruits Trade producen kiwi con la marca comercial Jingold, que tiene la particularidad de tener una piel lisa, sin pelo y pulpa amarilla.

Por su parte, Nicolás Sánchez, vicepresidente de Patagonian Fruit Trade, reconoció que tienen “grandes expectativas” y afirmó que “hace siete años que invierten muy fuerte en el kiwi amarillo: primero trajeron el material a la Argentina, luego lo multiplicaron y hasta instalaron su propio vivero”.

“Este proyecto es todo un desafío que recién comienza con dos contenedores”, subrayó Sánchez, al tiempo que adelantó que la próxima meta es incurcionar con el kiwi rojo.

Con respecto a la creciente demanda internacional de estos frutos, el empresario reconoció que “los consumidores europeos tienen cada vez más interés en los alimentos orgánicos y en el mundo hay pocos productores de kiwi amarillo certificado”. En este sentido, explicó que la empresa que representa tiene la licencia de exclusividad para la producción de Jingold en la Argentina.

Perfeccionarse, asesorados por especialistas

De común acuerdo, el Laboratorio de calidad y poscosecha de frutas y hortalizas del INTA Balcarce, con participación de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata, colabora con la empresa en la evaluación semanal de la madurez de la fruta en diferentes lotes de kiwi amarillo que se encuentran en los Parajes San Francisco y El Dorado.

“Elegimos el acompañamiento del INTA Balcarce por su destacada especialización en la temática”, destacó Sánchez y agregó: “Tienen muy buena disponibilidad y predisposición, además de una actitud proactiva para trabajar codo a codo con nosotros”.

En cuanto a la importancia del monitoreo del índice de madurez ideal para la cosecha del kiwi, Yommi lo consideró “fundamental” ya que, durante la maduración, se producen cambios organolépticos importantes, particularmente en el cultivar amarillo, por lo que se debe poner especial atención al cambio del color de la pulpa.

Además, la textura se modifica por un ablandamiento progresivo y el sabor mejora en buena parte porque aumenta el contenido de sólidos solubles o grados brix.

“Para que la fruta de este cultivar de kiwi amarillo exprese todo su sabor, es necesario ajustar muy bien el momento de cosecha”, especificó Yommi, sosteniendo que “La fruta requiere un monitoreo de madurez preciso para determinar cuando puede dar inicio la cosecha, en base a índices de madurez cuantificables y precisos”.

Así, de cada fruto se obtiene el valor de peso fresco, el color de pulpa -mediante un colorímetro digital-, la firmeza -por penetrometría-, el contenido de sólidos solubles -con un refractómetro- y el contenido de materia seca -por diferencia de peso fresco y seco-.

Jintao y Hayward, variedades destacadas

Se trata de un cultivar que tiene un menor requerimiento de horas de frío para florecer -entre 350 y 450 horas-, brota y florece antes que el cultivar Hayward de pulpa verde, y puede cosecharse de 20 a 25 días antes, según las condiciones agroclimáticas del lugar de producción.

Además, tiene un sabor dulce más acentuado y el doble de vitamina C que el Hayward de pulpa verde, lo que lo hace muy valorado por los consumidores europeos y asiáticos.

Según algunos operadores del Mercado Valencia en España, el kiwi argentino de pulpa verde, procedente del sudeste de la provincia de Buenos Aires que llega en contraestación para abastecer la demanda estival de Europa, es de mejor calidad que el de otros paises exportadores del Hemisferio Sur.

En coincidencia, desde la empresa Patagonian Fruit Trade aseguran que la calidad de los kiwis bonaerenses son una fruta muy bien valorada por los europeos.

Fuente y Foto: INTA