La cosecha de soja en Estados Unidos presenta un avance del 67% sobre el área, dieciséis puntos porcentuales por encima del promedio de las últimas cinco campañas y diez puntos porcentuales por encima del avance observado durante el ciclo previo.

En este contexto, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), estima una producción récord de 124,7 millones de toneladas. La gran campaña estadounidense es un hecho, por lo cual, al momento de analizar el comportamiento a futuro del precio de la oleaginosa, lo que suceda en el hemisferio sur con la siembra y el posterior desarrollo del cultivo en Brasil y Argentina, será clave.

La Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) estima, de cara al ciclo productivo 2024/25, una producción récord de soja en Brasil, la cual rondaría los 166 millones de toneladas. Este volumen, implicaría un incremento del 13% en comparación al ciclo previo y, sería el resultado de un rendimiento promedio de 35 qq/ha (10% por encima del estimado durante el ciclo 2023/24) y de un incremento del 3% en el área destinada a la oleaginosa.

Al 13 de octubre, las labores de siembra avanzan sobre el 9% del área, lo cual refleja un claro retraso si se lo comprara al avance del 19% registrado durante el ciclo previo para la misma fecha. En Mato Grosso, el principal estado productor, el retraso es aún mayor y asciende a 27,4 puntos porcentuales, al comparar el avance actual (7,8%) contra el observado durante el ciclo previo (35,2%).

No obstante, la finalización del periodo de “vacío sanitario” y las recientes lluvias en aquel país, podrían hacer que el ritmo de siembra aumente durante los próximos días. En lo que respecta al clima, según el Instituto Nacional de Meteorología (INMET), durante el trimestre que abarca desde el corriente mes hasta diciembre se esperarían lluvias, sin embargo, en gran parte de los principales estados productores existe la probabilidad que las mismas se ubiquen por debajo del nivel normal.

En Argentina, sería un hecho el incremento en el área sembrada de soja durante el ciclo 2024/25. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el área destinada a la oleaginosa aumentaría un 7,5% respecto el ciclo previo y alcanzaría una superficie de 17,7 millones de hectáreas. En lo que respecta a la producción estimada, la misma rondaría entre los 51 y 53 millones de toneladas y, si bien el incremento respecto al ciclo previo puede variar según la fuente, se esperarían entre 2 y 3 millones de toneladas por encima de lo obtenido en la campaña 2023/24.

En cuanto a la producción mundial, durante la presente campaña se observaría el mayor volumen de la historia, el cual alcanzaría los 429 millones de toneladas. Además, se vería acompañado por una relación stock consumo del 33,4%, que representaría un récord histórico.

Entre mediados de agosto y fines de septiembre, el precio de la oleaginosa en el mercado de Chicago ha corregido al alza. En dicho periodo, el mercado climático de Brasil, la baja en la tasa de referencia de la FED y, consecuentemente, la fuerte caída en las posiciones vendidas de los fondos especulativos en Chicago, han actuado como combustible para que ello suceda.

No obstante, la tendencia y los fundamentos aún son bajistas. Desde principios de octubre, la cotización de la oleaginosa ha retornado a su impulso bajista en un contexto en donde aparecieron las lluvias en Brasil y la cosecha récord estadounidense brinda tranquilidad en Chicago en materia de stocks, a la espera de definiciones en el hemisferio sur. Por otra parte, si bien resta mucho tiempo para asegurar resultados en Brasil y Argentina, las estimaciones recientes permiten pensar que la oferta de la oleaginosa no sería un problema cuando sea el hemisferio sur el encargado de abastecer al mercado. Mucho menos, al observar los números agregados a nivel mundial, donde la situación sería inmejorable.

En cuanto al maíz, la cosecha estadounidense presenta un buen ritmo, con un avance del 47% sobre el área sembrada, ubicándose cinco puntos porcentuales por encima de la campaña anterior. En este escenario, el USDA estima una cosecha de 386,2 millones de toneladas, lo que generaría un mayor volumen exportable del cereal, el cual se ubicarían en 59,1 millones de toneladas.

Con respecto a lo que está ocurriendo en el hemisferio sur, la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) de Brasil dio a conocer su primera estimación de la cosecha de granos para la nueva campaña 2024/25, en la cual esperaría una recuperación del 3,5% en la cosecha del maíz con respecto al ciclo anterior, la cual alcanzaría un volumen de 119,7 millones de toneladas. Las exportaciones serían de 34 millones de toneladas y se observaría un mercado interno fuerte debido al buen desempeño de la proteína animal y de la producción de etanol. Además, Brasil sancionó la ‘Ley del Combustible del Futuro’ que establece incrementar el corte obligatorio de etanol con nafta en un 35% (producido con caña de azúcar y maíz), lo que tendría un impacto en los volúmenes de producción y el comercio internacional del cereal.

Respecto a la siembra del maíz brasilero de primera, la misma presenta un avance del 29% sobre del total del área destinada y su producción alcanzaría 22,7 millones de toneladas. La siembra se concentra en la región sur del país, en donde las precipitaciones ocurridas durante los últimos días favorecerían a la siembra del cereal. Por otro lado, la producción del maíz safrinha se ubicaría en 94,6 millones de toneladas. La siembra del mismo suele comenzar entre los meses de diciembre y enero y podría verse afectada por el retraso en la siembra de la soja debido a las faltas de lluvias, afectando la ventana óptima de siembra del cereal y, consecuentemente, el rendimiento potencial.

Por otro lado, en Argentina, la estimación por parte de la Bolsa de Comercio de Rosario se mantiene sin cambios para el cereal con respecto al mes pasado, proyectando 52 millones de toneladas para la campaña 2024/25, contemplando el recorté del área debido al spiroplasma.

En cuanto a las condiciones agrometeorológicas, se presentó un panorama desfavorable para la siembra temprana del cereal, ya que septiembre no presentó lluvias significantes que pudiesen aportar buenos perfiles en los suelos. En esta línea, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) estima el avance de la siembra del maíz temprano se ubica en 13% del total del área destinada, siete puntos porcentuales por debajo del promedio de las últimas cinco campañas. No obstante, las recientes lluvias podrían ayudar a mejorar los perfiles de los suelos y así aumentar el ritmo de siembra. En cuanto al pronóstico de cara a fin de año, según el Servicio Meteorológico Nacional, las temperaturas se ubicarían por encima de lo normal y, en cuanto a las precipitaciones, las mismas serían menores a lo normal.

A diferencia de la soja, la relación stock/consumo mundial de maíz se ubica en el 25%, la menor de las últimas once campañas. Si bien la producción de maíz a nivel global se mantiene como récord, el consumo se muestra sostenido, y genera una hoja de balance más ajustada que la oleaginosa.

En este contexto, los precios del cereal se encuentran niveles sostenidos y más firmes que los de la oleaginosa. Esto se observa en la posición neta de los fondos especulativos en Chicago, que desde julio vienen recortando sus posiciones vendidas y, por primera vez en más de un año, se posicionan comprados en maíz.

Rentabilidad agrícola y perspectivas de siembra en Córdoba para la Campaña 2024/25

En este escenario, la rentabilidad agrícola en Córdoba presentaría mejores márgenes para los planteos de maíz que los que incluyen soja.

Campaña 2024/25

El maíz temprano tendría la mejor rentabilidad considerando los precios a los cuales se están negociando los contratos en el mercado de futuros. Principalmente, las zonas con mayor proporción de siembras tempranas son los departamentos de la zona núcleo, Unión y Marcos Juárez. Sin embargo, más del 80% de la producción cordobesa se siembra de manera tardía, cuya rentabilidad sería negativa. No obstante, en ambos casos el resultado operativo sería positivo. A pesar de los mejores resultados para el maíz, se estima que el área a sembrar con maíz durante la campaña 2024/25 en Córdoba se reduciría en más de 937.000 ha como consecuencia del temor al spiroplasma. De esta manera, se ubicaría en 2,3 millones de hectáreas, el menor valor en ocho campañas. Para reemplazar esas hectáreas, aumentaría la superficie de soja en 880.000 ha, girasol en 16.600 ha y sorgo en 23.600 ha.

Al momento, todo parecería indicar que el ciclo 2024/25 traería aparejado un gran desafío, tanto en el escenario productivo como en el financiero. Las estimaciones de rentabilidad arrojan en su mayoría resultados negativos, en un contexto de precios deprimidos y, en donde si bien se podrían observar subas debido al movimiento habitual de los mercados, los precios internacionales serían menores a los observados en los ciclos anteriores. Además, los daños productivos y, en consecuencia, financieros que fueron causados por el spiroplasma, sumado al temor a que este suceso se repita, obligarían a algunos productores a desplazarse a planteos más económicos (por ejemplo; soja en lugar de maíz) a pesar de la rentabilidad negativa.

En este estado de situación, medidas como la reducción o, en el mejor de los casos, la eliminación de los derechos de exportación podría hacer que la situación cambie drásticamente, permitiéndoles a los productores obtener una mayor rentabilidad. Algo muy necesario, en el marco de campañas anteriores complicadas, en donde resulta crucial recomponer las finanzas del primer eslabón del sector que tanto aporta al país