El comercio exterior es un tema de gran relevancia en Argentina y, en momentos de dificultades económicas frente a la escasez de divisas, acapara aún más centralidad debido a la necesidad de poder sortear los recurrentes eventos de estrangulamiento externo que vivencia nuestro país.
Actualmente, nuestra economía muestra la necesidad de sostener importantes superávits comerciales con el exterior, para lograr acumular reservas con objeto de estabilizar el frente externo y alcanzar los necesarios equilibrios macroeconómicos que nos permitan recuperar el sendero del crecimiento.
Si se analiza la evolución del balance comercial externo en el primer semestre de cada año, luego de obtener fuertes déficit con el exterior entre 2017 y 2018, se logró retomar el sendero del superávit comercial en los años subsiguientes. No obstante, en los años 2019 y 2020 tal situación se alcanzó no gracias a una suba de las exportaciones, sino a costa de una fuerte recesión económica que resintió el consumo de todo tipo de bienes incluyendo los importados.
Para el año 2021, el incipiente repunte económico condujo a un salto de las importaciones del 48,6% en el primer semestre, arribando a US$ 28.599 millones. Sin embargo, las exportaciones mostraron un desempeño excepcional permitiendo más que compensar el aumento de las compras al exterior.
Sólo en la primera mitad del año, los despachos globales sumaron US$ 35.339 millones, el mayor valor desde el año 2013 y un 28,3% por encima del primer semestre de 2020. De esta forma, se ha alcanzado un superávit por exportaciones netas de bienes de US$ 6.740 millones.
Contemplando las principales secciones de comercio exterior de bienes según la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM), se vislumbra el rol preponderante de los principales sectores agroindustriales en la generación neta de dólares para financiar el resto de los sectores deficitarios en materia de comercio exterior en el primer semestre de 2021.
Los “productos de las industrias alimentarias, bebidas y tabaco” vinculados casi exclusivamente a los subproductos del complejo soja han obtenido un superávit comercial de US$ 7.504 millones, mientras que los “productos del reino vegetal” relacionados estrechamente a los cereales otro saldo positivo por US$ 6.653 millones.
En tanto, las “grasas y aceites animales o vegetales” exhibieron un superávit de US$ 4.344 millones. De esta forma, si se añade el resultado obtenido por el sector “animales vivos y productos del reino animal” se arriba a un superávit de los principales sectores exportadores agroindustriales por US$ 21.429 millones.
Del lado opuesto, entre los sectores importadores netos destacan fuertemente los bienes de capital e insumos intermedios utilizados principalmente por los sectores industriales. En este sentido, la sección “máquinas, aparatos y material eléctrico” registró un déficit importante de US$ 6.835 millones y los “productos de industrias químicas o industrias conexas” un resultado negativo de US$ 3.034 millones. En conjunto, estas dos secciones representaron el 62 % del déficit total obtenido por el conjunto de sectores importadores netos de bienes (US$ 15.939 millones).
Es importante destacar que el superávit obtenido en el primer semestre del año se encontró coadyuvado fundamentalmente por el incremento de los precios internacionales de nuestros productos exportados. Si se contemplan los precios del primer semestre de 2020, el valor exportado hubiese sido US$ 28.880 millones, es decir, US$ 6.459 millones menos que lo registrado efectivamente. En el caso de las importaciones, también se observó un aumento de los precios, pero muy por debajo a lo obtenido en el caso de los bienes de exportación. De esta forma, sin la mejora registrada en los términos de intercambio el saldo comercial hubiera sido de solo US$ 2.536 millones.
Al analizar las exportaciones por grandes rubros, a nivel general el aumento de 28,3% en el valor exportado se encontró sustentado por un aumento de 22,4% en los precios de exportación y un 4,7% en las cantidades enviadas al exterior.
A nivel de rubros, se destaca el gran salto de 47,2% en el valor exportado de las manufacturas de origen agropecuario (MOA) respecto de igual período de 2020. En este sentido, no solo hubo un aumento del 28,5% en los precios de exportación, sino que se registró una suba de 14,6% en las cantidades respecto al primer semestre de 2020. En cuanto a los productos primarios (PP), se observa una caída importante en las cantidades de 16%, mientras que el precio de exportación registró un aumento de 20,8%. De esta forma, tal situación de precios colaboró a sostener el valor exportado de dicho rubro clave de exportación.
Por su parte, las manufacturas de origen industrial (MOI) alcanzaron un importante aumento en las cantidades exportadas del orden del 33,6% y un incremento menor en los precios de 7,9%, lo cual derivó en un aumento de 44,2% en el valor exportado por dicho rubro. Por último, si bien el rubro combustibles y energía (CyE) no exhibe una gran representatividad en las exportaciones totales de Argentina, la recuperación de precios fue clave para aumentar el valor exportado de dicho rubro en un 5%, dada la caída en las cantidades exportadas de 28,3%.
Por último, si se analiza la situación de precios y cantidades de las importaciones por uso económico, a nivel general lo que dinamizó el aumento en el valor de las importaciones (48,6% interanual) fue el incremento en las cantidades importadas por un 36,9%. Mientras que los precios de importación aumentaron solo un 8,6%.
A nivel particular, se vislumbró un gran salto en el valor importado de “piezas y accesorios para bienes de capital” (61,5%), “combustibles y lubricantes” (59,3%) y en “bienes intermedios” (51,7%). En los primeros dos usos económicos, el incremento en las importaciones se vincula casi exclusivamente a la suba en las cantidades, mientras que en los bienes intermedios destacó el aumento en los precios por un 21,2% en tanto que las cantidades solo se incrementaron en un 25,2 %. Mientras que en el caso de los “bienes de capital” y “vehículos de pasajeros”, si bien tuvieron un aumento menor en el valor importado de 48,2% y 46,2%, se vincula también casi exclusivamente a las mayores cantidades compradas del exterior.
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