El titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, estrechó anteayer la mano del papa Francisco y le entregó un manojo de espigas de trigo. Luego explicó que era un símbolo de «paz, pan y trabajo», una vieja consigna utilizada por la CGT.

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El breve encuentro se produjo en el marco de la audiencia pública de los miércoles en el Vaticano, según relató la propia SRA. Etchevehere asistió junto a su mujer, María de Marcos, y al secretario de la Rural, Nicolás Pino. La visita del dirigente a Italia había tenido otras motivaciones: el fin de semana Etchevehere participó d e la reunión del Consejo Directivo de la Organización Mundial de Agricultores (OMA), realizada en Caserta.

Desde hace varias semanas, sin embargo, en la SRA se había venido planificando secretamente un contacto con el Papa Francisco. Incluso se llegó a pensar en el viaje a Roma de los cuatro máximos dirigentes de la Mesa de Enlace. Pero desde el propio Vaticano surgió una voz desaconsejando dicha visita: Bergoglio no veía con buenos ojos un alineamiento público con el bloque más odiado y combativo por el gobierno kirchnerista.

El manojo de trigo, además de la connotación que le otorgó el dirigente, esconde otro mensaje, pues por culpa de la mala política agropecuaria la Argentina sufre una g rave crisis en el abastecimiento de ese cereal.

SRA